Tom Cruise lleva sin ver a su hija desde 2013 y sólo han hablado por teléfono y por Skype. Tomó esta decisión porque cortó con la madre de la niña, Katie Holmes, hace 4 años y además porque cree que
la pequeña está poseída por un espíritu maligno.
El actor forma parte de la doctrina religiosa ‘cinenciología’ (algo parecido a una secta) y parece ser que han sido ellos los que han convencido a
Tom que su hija necesita un exorcismo. Tom Cruise asegura que la niña se suele portar mal en público pero seguramente es cosa de niños… Aun así el padre está convencido que ella lleva el mal dentro.
En esta foto vemos a Katie Holmes con su hija Suri:
El padre mantiene que la niña lleva un demonio dentro y que hasta que no se someta a un exorcismo por parte de la iglesia de la cinenciología no va a volver a establecer un vínculo con ella.
Un tanto exagerado, ¿no?