Mientras bailas haces deporte.
Tu cerebro trabaja cuando intentas recordar las coreografías.
Mejoras la coordinación y el equilibrio.
Te puede ayudar a desfogarte y expresarte.
Bailar te ayuda a eliminar el estrés y por lo tanto produce en ti una sensación de felicidad más duradera.
Corriges malas posturas, como podrían ser los dolores de espalda.