Hace tres meses un chico me empezó a seguir a través de Instagram. Decía ser gay, como yo, y publicaba en su perfil unas imágenes bastante atractivas, para mi gusto.
Eran todo fotografías como de estudio, todo muy bien cuidado, con el torso al descubierto y una luz alucinante. Le empecé a seguir yo también.
Un día después empezamos a hablar. Era súper majo y teníamos muchos gustos en común. A él también le gustaban muchísimo las pelis de miedo, como a mí,
los animales y hasta incluso teníamos en común nuestro plato favorito: los macarrones.
Empezamos a hablar y yo sinceramente me empecé a colgar de él. A las dos semanas de conocerle, y de hablar noche tras noche, le dije de hacer una videollamada por Skype. La estuve esperando toda la noche.
Al día siguiente cuando le escribí me dijo que habían tenido que operar a su perra de urgencias y que no había podido, así que dijimos de dejarlo para el día siguiente.
Hace tres meses conocí a un chico a través de Instagram y no he conseguido hablar con él por teléfono. Siempre me viene con excusas. Me dice que su familia viaja mucho, que no tiene tiempo o que su perra va al veterinario.
Ahora ya no sé si esta persona es quién dice ser o se la ha inventado mi cerebro para satisfacer las ganas que tengo de que alguien me quiera de verdad.
Ya no sé si esperar más o darlo por perdido. Ya no sé qué es real y qué no. Y es que perfectamente podría ser que esta persona me estuviera haciendo un catfish, que no fuera aquél chico moreno de facciones marcadas que tanto me gusta.
Puede que ni siquiera le gusten las películas de miedo y que me haya dicho que sí para hacerme caer más fuertemente en su trampa. He conocido a un chico pero tengo dudas de que sea quien dice ser.
