Tenía 15 años cuando me pasó esto. Ahora tengo 18 y aún me cuesta explicarlo. Conocí a un chico por Instagram que decía ser fotógrafo. El chico se veía súper majo, y realmente tenía unas fotos brutales de otras chicas. Como tenía muchos seguidores me fié de él.
Mi sueño desde niña ha sido ser modelo y de hecho ahora también lo es. Cada noche hablaba con el chico y ya casi formaba parte de mi rutina hablar por privado con él. Un día me dijo si quería que me hiciese una sesión gratis y le contesté que sí.
Estaba muy emocionada porque era la primera vez que me harían algo así, pero sabía que si se lo decía a mis padres seguro que me lo impedían y más si les decía que al chico no lo conocía de nada.
Al día siguiente de esta propuesta me pidió que para conocerme más le enviara unas fotos mías, así sin ropa, que me las podía hacer tranquilamente en el baño.
Me dijo que eran para estudiar mi cuerpo y mis patrones, y me hacía unas preguntas que parecían bastante profesionales. Nuevamente le creí y hice lo que me pidió.
Me pareció muy raro que después de enviárselas me dejara de hablar así que le escribí yo, para saber qué le habían parecido.
Me contestó que no le habían servido de mucho, que había cubierto mis senos con mis manos al hacérmelas y que esto demostraba que era una chica tímida y sin compromiso. Aquello me sentó muy mal y decidí sacarme unas fotos de mi cuerpo entero. Estaba dispuesta a todo para conseguir mis propósitos.
Otra vez estuve sin respuesta y aquello no me gustó nada. Al cabo de unos días descubrí que había colgado mis fotos por internet y me di cuenta de todo lo que había pasado. Contacté con otras chicas a las que le había pasado esto, incluso una de ellas me llegó a contar que había quedado con él.
Os cuento esto porque quizás explicándolo evito que alguien más se vea en mi misma situación. Así es como jugaron con mis ilusiones y acabaron destrozando mi intimidad.