Imagináis ser alérgicos a vuestras propias lágrimas? O a vuestro sudor? Esto es lo que le pasa a
Tessa Hansen-Smith, una joven norteamericana de 22 años que hace 10 fue diagnosticada con urticaria acuagénica. Se trata de una extraña enfermedad que le provoca erupciones, rojeces y otros síntomas cuando su cuerpo entra en contacto con el agua.
Así lo explica ella misma a su perfil de Instagram
@livingwaterless donde relata cómo es vivir con esta afectación. "Es muy difícil de gestionar",
asegura la chica, que sufre lesiones en la lengua cada vez que bebe agua y se ducha lo mínimo posible para evitar irritaciones y descamación a la piel.
De hecho, Tessa asegura que
"tiene que ser transportada por el campus de la universidad" porque si no llega con fiebre, migraña y erupciones a clase.
A pesar de que se toma medicación, la urticaria acuagénica es incurable hoy en día y esto hace que Tessa tenga que ir con mucho cuidado. Por ejemplo, no solo se ducha menos o evita la actividad física, sino que procura no comer alimentos que contengan mucha agua, como por la fruta.
Sin embargo, mantiene una actitud positiva e intenta sensibilizar a la gente sobre las enfermedades extrañas, muchas veces invisibilizadas.