Una chica,
Shannon, se fue de shooping porqué necesitaba comprase un
pijama nuevo. Se lo probó en la tienda, ella creía que le quedaba bien, tenía un estilo muy retro…
Pero, al llegar a casa, se llevo una ¡tremenda sorpresa! Cuando se fijó en detalle, se percató que el estampado no era tan “inocente” como parecía. En realidad, lo que de lejos parecían flores, ramas... disimulaban
posturas sexuales.
Seguramente, a partir de este momento, os fijaréis siempre antes de comprar alguna prenda de ropa estampada, no sea que os llevéis una buena sorpresa. ¡Menudo fail!