Todos sabemos que
Justin Bieber siempre da mucho que hablar, y normalmente para mal. ¡Pero esta vez ha sido para bueno!
El cantante fue a cenar a un restaurante acompañado de su hermanito pequeño y según han contado fuentes cercanas al restaurante a varios medios de comunicación, comieron pasta, carne y algún que otro mojito (sin alcohol).
¡La factura ascendió ni más ni menos que a 300 dólares! Pero la sorpresa que se llevó el camarero al ir a recoger la cuenta fue aun mayor al ver que
Justin Bieber había dejado 200 dólares de propina, ¡casi nada!
¡Parece que el cantante cuando está acompañado de su hermanito pequeño deja su lado rebelde a un lado y nos muestra su mejor parte!
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