Las películas
La vida es bella i
Gladiator fueron un gran éxito en los años 90 y principios de los 2000. Lo demuestra el hecho que recibieron numerosos premios. De hecho, sus protagonistas, Roberto Benigni y Russel Crowe ganaron el Óscar a mejor actor. Pero los premios no son lo único que tienen en común estas dos películas.
Giorgio Cantarini era un actor muy pequeño que el año 1997 hizo el papel de Josué en la cinta de Benigni, y dio vida a Máximo, el hijo del protagonista.
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Cantarini dejó sin palabras a los críticos y espectadores con su interpretación en
La Vida es Bella. Era un niño muy pequeño que se encontraba en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial y ejemplificaba la cruda realidad que vivieron muchos niños de aquella época.
Ahora, Cantarini tiene 24 años y vive en Florencia (Italia) y Los Ángeles (Estados Unidos), ya que sus padres alternan la residencia entre la dos ciudades. ¡A continuación podéis ver el cambio espectacular!