Wesley es un perrito que está muy bien cuidado, no tiene niguna enfermedad pero tiene un problema:
sus dientes no encajan y apenas puede comer. Su dueña
Molly Moore acudió a un veterinario (su propio padre) para que ayudará a su perrito.
Después de varias pruebas
llegaron a la conclusión que el animal necesitava aparatos, como si se tratara de un humano. Diseñaron unos brackets para Wesley y se los pusieron. A la gente le parece raro ver a un perro con aparatos dentales pero el veterinario asegura que suele hacer esta intervención a unos
4 perros cada año y que da muy buenos resultados.
El perro llevará los hierros durante poco tiempo, sólo hasta que pueda comer con tranquilidad.
¿Le pondrías aparatos a tu mascota si los necesitara?
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