Ahora es una de las modelos que más triunfa en todo el mundo, pero no siempre ha sido así. Ella misma ha explicado en una entrevista a la revista
Esquire, que siempre se había sentido como un monstruo.
Cuando tenia 16 años,
Cara Delevingne no tuvo una vida fácil. En ese momento fue cuando fue consciente de la situación familiar que había en su casa.
Su madre tenia problemas de adicción a la heroína y fuertes depresiones.
Con 24 años la modelo ha confesado que durante la adolescencia sufrió una depresión grave: "Tenia la sensación que la culpa de lo que pasaba en mi casa era culpa mía.
Tuve más de una crisis nerviosa." Pero eso no es todo, en más de una ocasión explica que "salia de casa de noche e iba a un bosque cercano. Me desnudaba y me fumaba un paquete de tabaco. También me golpeaba la cabeza contra los árboles... Quería desmayarme".
Casi 10 años después, dice que está mejor y que
ha aprendido algo muy importante: la felicidad se encuentra en nosotros mismos. "Hace tiempo pensaba que si un día encontraba trabajo como modelo, seria feliz. Me lo dieron y tampoco me sentía feliz. Buscaba la felicidad fuera de mi y en mi trabajo eso no funcionaba...".
Una confesión que demuestra que por muchas fotos, portadas de revistas, pasarelas, fama y dinero. Cara Delevingne
es una chica de 24 años que como todos, también ha tenido momentos difíciles en su vida.
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