Seguro que muchas veces has ido de compras, te has probado un vestido, una camiseta, un pantalón... Lo has comprado y te lo has puesto tal cual cuando lo has estrenado. Sin lavarlo. Pues no lo vuelvas a hacer.
¿La razón? No solo porque es muy probable que otras personas se hayan probado la misma prenda que tu te has comprado (y que han estado sudando o vete a saber qué). Si no que también hay otra razón muy importante:
Muchas prendas
aún tienen químicos en el tejido. Para conseguir los colores de la ropa se usan muchos productos químicos y muchos de ellos quedan en la superficie de la prenda, aunque no los veas.
Es mejor que cuando compres algo leas la etiqueta donde hay
las instrucciones de lavado y lo laves. Porque sino esos productos químicos podrían afectar a tu piel: puede estar más seca, con picores, con granitos, salpullidos, eccemas, etc.
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