Hoy hemos recibido la carta de una lectora que vivió un amor tóxico y aún está sufriendo por él:
"Carta al veneno que me mata poco a poco todos los días: Pienso que en cualquier día de estos voy a morir, y es que me haces algo tan fuerte, ; me impides comer, dormir y hasta bajas calificaciones estoy sacando. Supongo que así es el amor, aunque claro, yo suponía que el amor era lindo. Todo comenzó cuando tenía un novio lindo, le agradaba a todo el mundo, era muy amable y estaba enamorado de mí, el único problema era lo que sentía yo, no me gustaba y
me gustabas tú, desde la primera vez que te vi algo me provocaste.
Cuando por fin decidí tener valor para terminar con mi novio y demostrarte que eras tú quien me mataba llegó el momento en una fiesta, para coger valor bebí muchísimo, una muy mala idea por cierto. Te dije lo que sentía y te besé (aunque eso no lo recuerdo) me cuidaste toda la noche al otro día en la mañana aliviaste mi resaca y todo comenzó,
nunca fuiste romántico pero no me importaba; sabía que cuando me dijiste que te gustaba pues así era.
- Te he dicho que me gustas?
-No.
- Me gustas.
Y me alegré demasiado, aunque eso no tenía ni una pizca de caricia. Cuando llevábamos siete meses me dijiste te amo, Dios volvería a repetir ese momento mil veces, gritaste en un parque que me amabas.
Pero lo de nosotros comenzó mal, tú tenías problemas, a veces me querías, a veces no, un día eras una delicia de persona y otro día eras algo tan amargo y agrio; aun así estuve al lado tuyo aunque mi familia se opusira "cuando se puede se puede y cuando no a escondidas" ese fue nuestro lema, hasta que por fin mi familia te amó.
Los problemas siempre fueron parte de nosotros o es que magnificábamos las cosas o nuestros carácter no se llevaba bien. Un día estuve una noche en la clínica por llorar tanto por ti, una crisis de pánico que nadie entendía, al día siguiente me prometiste que nunca más volvería a pasar.
La última discusión fue una tontería, me encantaría volver al momento, abrazarte y decir que no pasa nada, pero terminamos; y es que el uno al otro le hacía daño,
una relación tan tóxica y a la vez tan dulce. Y aquí estoy escribiéndote llorando y pensando que a estas alturas llevaríamos un año y tres meses. Después de estos tres meses no te veo tan mal, creo que hasta mejor de lo que estabas conmigo y yo cada vez me hundo más en la tristeza, estoy pesando 42 kilos de los 53 que pesaba antes, mi madre está preocupada y yo finjo que nada sucede pero por dentro estoy muriendo, quiero que vuelvas, quiero que me sonrías, que me llenes de besos, que me vuelvas a hacer el amor, que siempre seas el primero y el único en mi vida, que me des la mano y me mires como nunca nadie me ha mirado. Quiero que vuelvas.
Mi madre ha intentado que salga con otros chicos y a todos los rechazo, ¿qué culpa tienen ellos de no ser como tú? Entro y analizo tus publicaciones, tus fotos, si estás el línea y es que te necesito tanto. Aún tengo la bolsa con todos los regalos que alguna vez me hiciste, el dibujo con nuestros sueños de futuro y la rosa que me regalaste.
Espero que algún día te acuerdes de mí, por cualquier razón y quieras volver aunque actualmente seas mi veneno, ese pensamiento latente que no me permite dejar de llorar, quiero que regreses a ser mi antídoto, ese que me hacía sonreír, ese que me hizo hacer cosas que nunca imaginé, el que me enseñó el sentido del amor, quiero que vuelvas aunque actualmente me estás destruyendo eslabón por eslabón".
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